Entre los valores que motivaron la creación del Parque Nacional de Garajonay destaca -sin duda- su valor botánico. Actualmente en este enclave pervive la mejor representación del bosque de laurisilva que existe en las Islas Canarias.
Las especies que constituyen esta formación vegetal varían según su localización, pudiéndose distinguir básicamente tres tipos de situaciones: fondos de barrancos, laderas de barrancos y cresterías.
En los fondos de barrancos con condiciones de humedad elevada, mayor sustrato y en los que a menudo el agua discurre durante todo el año, se sitúan las especies arbóreas más nobles del monte verde, como son viñatigos (Persea indica), tiles (Ocotea foetens) y laureles (Laurus azorica); el sotobosque se caracteriza por un gran número de pequeños arbustos y helechos entre los que cabe citar Hypericum inodorum, Viburnum tinus, Urtica morifolia, Diplazium caudatum, Athyrium filix-femina, Pteris incompleta y Woodwardia radicans; las herbáceas aunque dispersas dentro del bosque también tienen importancia y entre ellas destacan Brachypodium, Geranium, Galium, Viola, Pericallis etc. A medida que nos vamos alejando del cauce del barranco y nos introducimos en la ladera, las especies arbóreas antes reseñadas se van sustituyendo por otras menos exigentes como acebiños (Ilex canariensis), fayas (Myrica faya), y brezos (Erica arborea); ya en las crestas en general muy venteadas, únicamente el brezo es capaz de soportar la extrema sequedad del medio. Además de lo descrito anteriormente, se pueden dar gran cantidad de situaciones intermedias o particulares con un conjunto de especies muy variado, así, en las laderas meridionales del Parque, con condiciones orográficas y ecológicas determinadas (topografía accidentada, escasa humedad y desarrollo del suelo, etc.) encontramos formaciones singulares compuestas por mocanes (Visnea mocanera), barbusanos (Apollonias barbujana) y palos blancos (Picconia excelsa), o comunidades rupícolas de gran desarrollo.
1.5.- Descripción faunística. Comunidades de vertebrados.
La fauna del Parque Nacional, tanto a nivel de invertebrados como de vertebrados, es de la más rica y diversa de las que existen en el archipiélago. Entre los vertebrados, destacan las aves con alrededor de 28 especies que se distribuyen por la mayor parte del Parque, de especial interés por estar íntimamente ligadas a las formaciones de laurisilva son el gavilán (Accipiter nisus granti), la gallinuela (Scolopax rusticola), la paloma rabiche (Columba junoniae), la paloma turqué (Columba bollii), el reyezuelo (Regulus regulus teneriffae), y el pinzón vulgar (Fringilla coelebs tintillon), también señalar la abundancia de otras tres especies, mirlo (Turdus merula cabrerae), mosquitero común (Phylloscopus collybita canariensis) y herrerillo común (Parus caeruleus teneriffae), que aunque no son exclusivas de este medio sí alcanzan dentro del Parque las mayores densidades de la isla. Otras especies de aves que habitan en Garajonay son el ratonero común (Buteo buteo insularum), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus canariensis), el búho chico (Asio otus canariensis), la perdiz moruna (Alectoris barbara koenigi), la paloma bravía (Columba livia canariensis), la abubilla (Upupa epops), el vencejo unicolor (Apus unicolor), la alpispa (Motacilla cinerea canariensis), el bisbita caminero (Anthus berthelotii berthelotii), las currucas capirotada, cabecinegra y tomillera (Sylvia atricapilla obscura, S. melanocephala leucogastra y S. conspicillata orbitalis), el petirojo (Erithacus rubecula microrhynchus), el canario (Serinus canaria) y el cuervo (Corvus corax tingitanus). Los mamíferos tienen escasa representación, no obstante mencionar la presencia de dos especies de murciélagos Pipistrellus maderensis y Tadarida teniotis y de varias especies introducidas entre las que cabe citar al conejo (Oryctolagus cuniculus), el ratón casero (Mus musculus), la rata campestre (Rattus rattus) y el gato cimarrón (Felis catus). En zonas marginales del Parque o en aquellas en las que de alguna forma ha desaparecido el bosque se pueden encontrar dos especies de reptiles, el lagarto (Gallotia galloti gomerae) y la lisa (scincido) (Chalcides viridanus coeruleopunctatus).
Declarado en razón de su singularidad y diversidad biológica y por importancia de su bosque de laurisilva. Su estratégica localización influye para que juegue un papel preponderante en la recarga hidrológica de la isla y la protección de los suelos. Su alta biodiversidad le permite contar con un valor de conservación adicional, debido también a la presencia de especies amenazadas, endémicas de la isla y aveces exclusivas del territorio protregido. Para determinadas especies, como las palomas de la laurisilva (Columba bollii y Columba junoniae) o la chocha perdiz (Scolopax rusticola), Garajonay mantiene las mejores poblaciones de la isla y, en el segundo caso, de Canarias. Finalmente, también bajo la óptica paisajística de disponer de escenarios naturales y formaciones geomorfológicas singulares, el parque adquiere un peso significativo, la UNESCO incluyó Garajonay en la lista de bienes naturales del patrimonio de la humanidad. |