El paisaje vegetal acuático es muy diverso. Los fondos lagunares y/o la columna de agua de las lagunas de Ruidera están colonizadas por comunidades vegetales sumergidas o flotantes de carófitos (Chara, Nitella), utriculáridos (Utricularia), ninfeidos (Myriophyllum), elodeidos (Zannichellia, Najas, Potamogeton) y batráchidos (Ranunculus), siendo en su conjunto uno de los valores naturales más representativos, sensibles y característicos del espacio. La vegetación perilagunar está estrechamente asociada a los gradientes de humedad generados, estableciéndose en bandas concéntricas de vegetación palustre conformada por masegares (Cladium mariscus), carrizales (Phragmites australis), eneales (Typha spp.) y juncales (Juncus, Schoenus, Schoenoplectus, Scirpoides, etc.). Junto a estas formaciones vegetales cabe añadir la presencia de diferentes comunidades de briófitos higrófilos calcáreos, que con el paso del tiempo y gracias a su íntima participación en el proceso de formación de toba, han permitido el desarrollo de toda la estructura travertínica que represa las lagunas. Las zonas marginales de ríos y arroyos, vegas y enclaves limítrofes de las lagunas con cierto desarrollo edáfico son colonizadas por formaciones riparias propias o mixtas de chopos (Populus spp.), olmos (Ulmus minor) y sauces (Salix spp.), existiendo de forma puntual pequeños rodales de Taray (Tamarix spp.). Entre la vegetación anfibia que coloniza los encharcamientos estacionales cabe destacar por su grado de amenaza Lythrum baeticum, catalogado como En Peligro en la última revisión de la lista roja de la flora amenazada de España. Mención especial merece la flora halófila presente en las Salinas de Pinilla, donde además de diferentes formaciones de plantas crasas, juncales y estepas salinas se desarrollan comunidades de acelgas saladas de Limonium pinillense, que es endémico del enclave, y praderas de macrófitos halófilos, donde prosperan especies muy amenazadas como Althenia orientalis y Riella helicophylla, esta última incluida en el anexo II de la Directiva Hábitat.
Fuera del ambiente lagunar se desarrollan formaciones vegetales propiamente meseteñas y mediterráneas, dominadas por encinares en las zonas de ladera y enclaves más térmicos y sabinares albares en los páramos más elevados y fríos. Junto a estas formaciones dominantes también aparecen pequeños quejigales en los barrancos más frescos y umbrosos, dehesas y cultivos en los enclaves fisiográficamente más favorables y formaciones de matorral serial en forma de coscojares, romerales, esplegares, espinares, aliagares, tomillares, retamares, etc. Salpicados por el entorno aparecen afloramientos rocosos de naturaleza calcárea donde se desarrollan diferentes comunidades rupícolas y de forma puntual uno cuarcítico en las proximidades de la ermita de San Pedro, que constituye el único enclave silíceo del entorno.
A nivel faunístico, el espacio Natura 2000, destaca tanto por la diversidad y riqueza de las comunidades limnológicas, como por la comunidades de invertebrados y vertebrados estrechamente dependientes del agua. Entre ellos cabe mencionar la comunidad de aves acuáticas y palustres (fochas, aguiluchos, anátidas, garzas, paseriformes palustres, etc.), que en algunos casos presentan picos poblacionales de importancia nacional, siendo especialmente relevantes los años hídricamente secos. También es destacable la ictiofauna autóctona, cuya riqueza se encuentra entre las mayores de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana. Mantiene nueve especies de peces amenazados, ocho catalogados como Vulnerables y uno En Peligro según el libro rojo de los peces continentales de España. Entre la amplia y diversa comunidad de invertebrados acuáticos se encuentran las náyades o mejillones de río, especialmente la especie amenazada de interés comunitario Unio tumidiformis, cuyo ciclo de vida depende de la existencia de determinados peces autóctonos. Entre los mamíferos asociados al ambiente acuático o las formaciones vegetales higrófilas se encuentran la nutria, el topillo de cabrera y la rata de agua. La comunidad de anfibios y reptiles acuáticos también es representativa, con diversas especies amenazadas como el tritón enano y el galápago leproso.
Por la heterogeneidad, extensión y riqueza paisajística y vegetal la fauna asociada al bosque mediterráneo, masas riparias, ambientes rupícolas y medios abiertos es elevada, estando bien representadas las comunidades de carnívoros, rapaces y avifauna forestal entre otras.
El espacio mantiene un rico patrimonio arqueológico y etnográfico en torno a las lagunas, en el que se incluyen batanes para desengrasar la lana, molinos harineros, centrales hidroeléctricas y el Gran Canal del Prior, que provocaron los primeros impactos ambientales, hoy acrecentados por la elevada presión urbanística, agropecuaria y recreativa a la que está sometida todo el entorno. |