Se enumeran los hábitats o especies de las directivas de hábitats o aves para los que resulta especialmente relevante esta zona:
- Pinares de laricio (Pinus nigra ssp. salzmannii) (Thalictro-Pinetum salzmannii). Este tipo de hábitat prioritario ocupa aquí, junto con la zona colindante ES4230013 "Serranía de Cuenca", su mayor extensión en el Sistema Ibérico meridional, con masas de excepcional calidad, estructura, diversidad y gran extensión, la mayor parte de las cuales se encuentran en montes de Utilidad Pública gestionados por la Administración Castellano-Manchega.
- Sabinares albares (Juniperetum hemisphaerico-thuriferae), de gran extensión y calidad, ocupando las parameras expuestas al viento con suelo más pedregoso. Sus matorrales de sustitución incluyen cambronales (Lino appresi-Genistetum rigidissimae) con tomillar-pradera (Festucetum hystricis, Paronychio-Artemisietum pedemontani) y comunidades terofíticas efímeras (Bupleuro baldensis-Arenarietum ciliaris).
- Quejigares, probablemente reducidos históricamente en extensión por la influencia humana, aparecen intercalados en áreas más extensas de pinar o sabinar cuando el microclima es más benigno (hoces) o cuando el suelo gana en profundidad y capacidad de retención de agua. El quejigar típico celtibérico-alcarreño (Cephalantera rubrae-Quercetum fagineae) manifiesta aquí una excepcional riqueza florística. En zonas especialmente favorecidas hídricamente se transforma gradualmente en un avellanar (Geo-Coryletum avellanae) de gran significado ecológico y paisajístico.
- Tilares relícticos (Tilio-acerion). En las umbrías más húmedas de las partes medias y altas de los valles aparecen rodales de un tipo de bosque mesófilo pluriespecífico dominado por Tilia platyphyllos, Acer monspessulanum, Corylus avellana, Sorbus aria, Sorbus torminalis, Prunus mahaleb, Populus tremula, Ulmus glabra, Betula pendula, Fraxinus excelsior, Ilex aquifolium, Taxus baccata, etc. de carácter relíctico, refugio de un gran número de especies de plantas de hábito eurosiberiano, de extraordinaria importancia ecológica y enorme valor paisajístico.
- Pinares de Pinus pinaster ("rodenales"). De carácter autóctono, aunque indudablemente favorecidos por el tratamiento selvícola en favor de la producción de resina frente a los rebollares climácicos (Luzulo forsteri-Quercetum pyrenaicae), ocupan grandes extensiones al norte del Alto Tajo, habiéndose incluido en esta zona áreas de pinar con la mayor biodiversidad, que habitualmente coinciden con los barrancos y hoces fluviales. En estas zonas, además de pinares y rodales de rebollar, aparecen comunidades de brezal y brezal-jaral bien caracterizadas y representativas de este paisaje: los brezales con gayuba (Erico scopariae-Arctostaphylletum crassifoliae), los biercolares (Avenulo sulcatae-Callunetum) y, en zonas favorecidas térmicamente, jarales brezales de Erico scopariae-Cistetum populifolii.
- Sabinoenebrales rastreros (Sabino-Berberidetum hispanicae, Sabino-Pinetum sylvestris) oromediterráneos, presentes en las cotas más altas de la zona en alternancia con pinares de Pinus sylvestris, especialmente sobre calizas jurásicas descarnadas, comunidad original del sector biogeográfico maestracense, que caracteriza fuertemente el paisaje de estas zonas elevadas.
- Bojedas (Berberido seroi-Buxetum sempervirentis). Este hábitat alcanza uno de sus mejores desarrollos y extensión en el Alto Tajo, junto a la zona próxima "Serranía de Cuenca", bien como matorral o bien como sotobosque de quejigares y pinares de laricio o albar.
-Matorrales de sabina negral (Rhamno lycioidis-Juniperetum phoeniceae, Buxo sempervirentis-Juniperetum phoeniceae). Este tipo de matorral arborescente tiene carácter subrupícola y permanente en el Alto Tajo, apareciendo en las escarpadas laderas que coronan escarpes verticales. Se encuentra tanto mejor desarrollada cuanto más cálida es la estación. Suele estar acompañada de comunidades también permanentes de Erinacea anthyllis, propias de litosuelos calizo-dolomíticos (Saturejo gracilis-Erinaceetum anthyllidis), así como de comunidades crasicaules de repisas calcáreas (Sedetum micrantho-sediformis).
-Comunidad de Astragalus granatensis (Santolino-Astragaletum granatensis), comunidad que tiene una localidad en Orea, manifestando una notable disyunción respecto al área conocida de distribución de esta especie.
- La vegetación ribereña tiene aquí una extensa y bien conservada representación a lo largo de una gran longitud fluvial en que se repite un patrón de galería con saucedas iberolevantinas (Salicetum discoloro-angustifoliae) y vegetación béntica con tapices de carófitos tanto más densa cuanto más próximo al manantial se encuentre el tramo. Los tramos bajos, especialmente en el Tajo, tienen notables alamedas (Rubio-Populetum albae) y densas comunidades de grandes macrófitos sumergidos (Potamion pectinati). La práctica ausencia de contaminación y regulación de estos ríos les convierte en un hábitat óptimo para la vegetación ribereña y acuática.
- Comunidades rupícolas. La extraordinaria abundancia y variedad de farallones, cortados y roquedos han favorecido una enorme diversidad y riqueza en comunidades rupícolas y subrupícolas, fundamentalmente calcícolas pero también silicícolas donde afloran materiales con éste carácter. Se pueden encontrar en la zona del alto tajo los tipos calcícolas Antirrhino pulverulenti-Rhamnetum pumili y Chaenorhino-Sarcocapnetum enneaphyllae, la comunidad rupícola umbrófila Campanulo hispanicae-Saxifragetum valentinae (fragilis), las comunidades de grietas abrigadas y húmedas Saxifragetum latepetiolatae y Homalothecio-Asplenietum fontani, las comunidades de paredones rezumantes Adiantion capillus-veneris, la comunidad silicícola Asplenietum septentrionali-foresiaci y la de grietas umbrosas silíceas Bartramio-Polypodietum serrati, las de gleras calcícolas Picrido riellii-Stipetum calamagrostis y Galeopsio angustifoliae-Ptychotidetum saxifragae, etc. todas ellas en un excelente estado de conservación.
- Hábitats halófilos. En la zona existen, aprovechando la existencia de sal en el nivel del Keuper (triásico), algunas salinas (Armallá, Saelices de la Sal) actualmente abandonadas, que mantienen hábitats (praderas terofíticas halófilas de Polypogono maritimi-Hordeetum marini), praderas de Puccinellia (Aeluropo littoralis-Puccinellietum fasciculatae), juncales halófilos (Juncion maritimi), comunidades terofíticas (Frankenion pulverulentae) y especies halófilas (Glaux maritima, Scorzonera parviflora) en localidades aisladas y muy separadas de sus áreas habituales de distribución.
- Cuevas. Un enorme número de cuevas no explotadas por el turismo aparecen en el área del Alto Tajo, algunas de ellas en zonas karstificadas con elevada densidad de simas produndas (Muela de Alcorón-Valsalobre, con más de 30 simas de profundidad superior a los 40 m.) así como otras con gran desarrollo (Cueva del Tornero, con 11.000 m. de longitud).
En cuanto a las especies del anejo II de la Directiva de Hábitats o anejo I de la Directiva de aves, cabe señalar:
La población de nutria de esta zona es la más densa y mejor conservada de toda Castilla-La Mancha, resultando un hábitat idoneo para garantizar la conservación de la especie mientras no se produzcan nuevos impactos sobre el medio acuático. Asociadas a los ríos, son notables, así mismo, las poblaciones de Chondrostoma polylepis, Rutilus arcasii y Cobitis paludica (taenia), y reseñable la población escasa y marginal de Barbus comiza que utiliza el tramo inferior del río Tajo. La presencia aislada en la cabecera del Tajo de Galemys pyrenaicus, especie en franca regresión en el centro de España, aumenta extraordinariamente el valor de este sistema fluvial.
La zona, con extensos pinares de Pinus salzmannii y Pinus sylvestris, es de vital importancia para Graellsia isabelae, que mantiene una apreciablo población compartida entre esta zona y la próxima "Serranía de Cuenca". Conserva igualmente poblaciones aisladas de cangrejo de río (Autropotamobius pallipes), vulnerables a la afanomicosis, debiendo destacarse la existencia en las proximidades de la zona (Rillo de Gallo) de una astacifactoría de la Junta de Comunidades donde se mantiene y cría esta especie en cautividad con fines de repoblación y restauración de las poblaciones silvestres.
Independientemente de las especies de la Directiva, debe señalarse la importancia del Alto Tajo para determinados invertebrados, tales como el gasterópodo Zebrina detrita, el odonato Onychogomphus uncatus, o los lepidópteros muy raros o endémicos: Pyrgus cynarae, Maculinea arion, Iolana iolas, Plebejus pylaon, Plebicula nivescens, Lysandra caelestissima, Agridiaetus fabressei, Agrodiaetus ripartii, Aricia ramburii, Erebia epistygne, Erebia zapateri, Parnassius apollo ssp. hispanicus, Zygaena ignifera, Zygaena carniolica, Coscinia romei, Hyphoraia dejeani.
Las poblaciones de quirópteros cavernícolas no han sido estudiadas en detalle más que en un reducido número de cuevas, habiéndose encontrado que el número de ejemplares por refugio es bajo. No obstante, dada la gran disponibilidad de cuevas en la zona, cabe suponer que la población total de estas especies debe alcanzar cifras muy considerables.
En cuento a las aves, se señala la superación de los criterios numéricos establecidos para designación de Zonas de Espacial Protección para las Aves al menos para Aguila real, Aguila perdicera, Alimoche, Buitre leonado y Halcón, señalándose la elevada densidad de chova piquirroja, todas ellas aves que requieren de roquedos para la nidificación, en los que el Alto Tajo resulta generoso, resultando una zona de cría de excepcional importancia. Se señala también la abundancia de martín pescador en los tramos bajos de los ríos, y de chotacabras gris en las masas forestales de pino laricio y silvestre.
Para los hábitats "pinares de P.nigra", "pinares mediterráneos" y "sabinares albares", los datos de superficie relativa son los que se deducen del mapa forestal nacional. |