La Sierra de la Moraleja es una formación montañosa de origen cuarcítico poblada de vegetación mediterránea (encinares, alcornocales, quejigares, enebros, acebuches), destacando sus umbrías de densa cobertura y los cantiles rocosos. Los terrenos abiertos de La Serena y las sierras circundantes (Sierra de Siruela y Sierra de la Moraleja) constituyen conjuntamente un ecosistema con un gran valor de conservación y dependientes entre sí. Las sierras circundantes (Sierra de Tiros, Sierra del Torozo y Sierra de Siruela) mantienen en sus laderas importantes superficies de quercíneas (encinares, alcornocales y quejigares), así como interesantes etapas degradativas que son mantenidas por su interés ganadero (retamales, ahulagares, pastizales). Las solanas de las sierras presentan olivares, acebuchares y lentiscares. Un total de 11 elementos incluidos en el Anexo I de la Directiva Hábitat se encuentran representados en este LIC. De ellos, 7 son hábitats constituidos por: Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga, Matorral arborescente con Juniperus spp., Pendientes rocosas silíceas con vegetación casmofítica, Robledales ibéricos de Quercus faginea y Quercus canariensis, Fruticedas y arboledas de Juniperus (J. oxycedrus), Dehesas perennifolias de Quercus spp., Fruticedas termófilas (Fruticedas, retamares y matorrales mediterráneos termófilos). Entre estas formaciones, destacan los bosques húmedos de Quercus faginea, singulares y de gran importancia biológica. También son de singular relevancia los bosques mixtos con brezos, tanto de alcornoques y quejigo. Los otros 4 elemento presentes, se corresponde con taxones del Anexo II de la Directiva Hábitats y son dos reptiles; galápago leproso (Mauremys leprosa) y galápago europeo (Emys orbicularis), un invertebrado, mariposa doncella de ondas (Euphydryas aurinia), y un mamífero, nutria (Lutra lutra). Presencia histórica de ejemplares de lince Ibérico (Lynx pardina) en dispersión, manteniendo en la actualidad características adecuadas como corredor y zona de posible ocupación futura por su proximidad a la provincia de Córdoba y Ciudad Real (núcleos de Sierra Morena Oriental y Montes de Toledo).Además, la protección que ofrecen los roquedos cuarcíticos y las formaciones arbóreas densas, favorece la presencia de numerosas aves rupícolas y forestales, con un total de 19 especies incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, motivo por el que este espacio está declarado también, y con una superficie ligeramente mayor, como ZEPA. Destacan las poblaciones de águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), águila real (Aquila chrysaetos), águila imperial ibérica (Aquila adalberti), buitre negro (Aegypius monachus), buitre leonado (Gyps fulvus), alimoche (Neophron percnopterus), cigüeña negra (Ciconia nigra) y búho real (Bubo bubo). La relativa abundancia de especies presas favorecen la abundante presencia de rapaces, ya sean reproductores, o dispersantes.Otras especies del anexo I presentes son chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), cigüeña blanca (Ciconia ciconia), milano real (Milvus milvus), milano negro (Milvus migrans), águila culebrera (Circaetus gallicus), águila calzada (Hieraaetus pennatus), grulla (Grus grus), collalba negra (Oenenthe leucura), cogujada montesina (Galerida theklae), totovía (Lullula arbórea) y curruca rabilarga (Sylvia undata). |